Resucitar Lenovo 300e: ¿Cómo desbloquear y aprovechar equipos antiguos bloqueados por organizaciones?
Hace un tiempo llegó a mis manos un viejo portátil Lenovo 300e. Para mi sorpresa, el ordenador estaba bloqueado, impidiendo realizar cambios tanto en la BIOS como en el disco. Al ser un equipo que prácticamente conseguí regalado, pensé: "¿Qué más da? Vamos a desbloquearlo". Y así comenzó mi curiosidad sobre cómo podría lograrlo.
Primero pensé en comprar un programador CH34A/B 24 25. Con este dispositivo podemos reflashear la BIOS, restaurarla a su estado de fábrica y modificar el arranque para utilizar un LiveUSB y formatear las particiones problemáticas. No quiero profundizar en este método en este artículo, ya que merece una explicación detallada por sí solo, lo cual podría extenderse a un artículo completo.
Quiero ofrecer alternativas para quienes no tengan acceso a herramientas específicas. De todas formas, aquí os dejaré un ejemplo sobre cómo reprogramar la BIOS en caso de que necesitéis hacerlo:
⮕ CÓMO REPROGRAMAR BIOS ⬅
Después de analizar la situación, no quería modificar la BIOS directamente. Me pregunté: "¿Este ordenador viene con Windows preinstalado?" Resultó que traía una versión educativa, vinculada al usuario escolar de cada alumno.
Dado que podía acceder a la pantalla de inicio de sesión, pensé: si pulso Shift + el botón de reinicio, podré entrar en el modo de recuperación y modificar las opciones de arranque para reinstalar una nueva versión de Windows.
Apareció una pantalla en la que accedí a la opción Usar dispositivo y seleccioné el disco desde el que quería arrancar. Curiosamente, Windows está autorizado para realizar modificaciones temporales en el orden de arranque, así que ya había conseguido lo que más me interesaba: poder iniciar desde un USB ¡y sin modificar el boot!
Cargué un Windows 10 Profesional e intenté instalarlo. El proceso fue el mismo de siempre cuando instalamos una copia del sistema, pero para mi sorpresa, no fue posible iniciar sesión, ya que exigía una conexión a internet para continuar con la instalación. Solo se podía activar el acceso si introducía la cuenta previamente mencionada.
Para mi desesperación, cuando ya estaba a punto de usar el programador CH34A/B 24 25 para intentar reprogramar la BIOS, me puse a pensar: la persona que va a usar este portátil realmente no necesita ningún software que no pueda ser reemplazado por una alternativa más libre. Así que decidí buscar una distribución de Linux que se asemejara visualmente a Windows, para que el cambio no fuera tan brusco y pudiera darle una nueva vida al equipo.
Fue entonces cuando instalé LinuxFX, una distribución de GNU/Linux inspirada en Windows 11, que ya viene con Wine y PlayOnLinux preconfigurados.
Realicé el proceso de instalación, como normalmente haríamos en una distribución de GNU/Linux, y confirmé que la instalación se había completado correctamente. Todo funcionó muy bien hasta que, meses después, la persona a quien le entregué este portátil me dijo que, de un día para otro, el equipo mostraba un mensaje en un fondo azul, indicando que, de alguna manera, el disco duro se había vuelto a bloquear.
Días después, revisé el portátil cuando tuve un poco más de tiempo debido a mis otras responsabilidades, y definitivamente confirmé que, efectivamente, el disco duro estaba bloqueado. Ya no era posible siquiera crear particiones para realizar otra instalación de Linux.
Antes de recurrir a la reprogramación de la BIOS, decidí crear un USB persistente para que la persona pudiera seguir utilizando la máquina mientras esperaba a que llegara el equipo necesario para realizar la reprogramación.
Si necesitas más información sobre cómo realizar este proceso, aquí tienes un artículo que escribí hace algún tiempo sobre cómo crear un USB persistente:
⮕ COMO CREAR UN USB PERSISTENTE ⬅
Por el momento, tengo pendiente realizar la reprogramación de la BIOS para liberar completamente el equipo, pero debido a la falta de tiempo he tenido que posponerlo. En un próximo artículo, detallaré el proceso. Las soluciones planteadas en este artículo, como puedes ver, son temporales, pero resultan útiles cuando no hay otra alternativa.
Espero que esta información sea de ayuda para aquellos que desean reciclar equipos que, aunque funcionales, están atados a sistemas cerrados que no deberían ni existir. Pero es la realidad a la que nos enfrentamos hoy en día: la privatización incluso en sectores tan esenciales como la educación pública.